Obra no poética de Quevedo.

Escribió una gran cantidad de prosa, al igual que poesía. Entre su obra prosística destacan especialmente:

• Sueños y discursos de verdades descubridoras de abusos, vicios y engaños en todos los oficios y estados del mundo (formado por El Sueño del Juicio Final, El alguacil endemoniado, El Sueño del Infierno, El mundo por de dentro y El Sueño de la Muerte).
• Historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos; ejemplo de vagamundos y espejo de tacaños.

Ambas son satíricas, y son las obras más conocidas y complejas de Quevedo.


Realizó otras escrituras en prosa como Discurso de todos los diablos, La hora de todos, Cartas del caballero de la Tenaza y Gracias y desgracias del ojo del culo, entre otras. También redactó algunas obras teatrales.
En este género de su obra literaria, Quevedo busca el humor y la crítica al mundo y a la sociedad.